Burga (2023)

En el Madrid de 1963, Elisa despierta en la clínica psiquiátrica Sanatorio del Rosario tras tres semanas en coma. Pero su regreso a la conciencia viene acompañado de percepciones perturbadoras: las sombras en los pasillos se retuercen con vida propia y los murmullos de otros pacientes forman coros en lenguas desconocidas. Mientras los médicos atribuyen sus visiones a secuelas neurológicas, ella comienza a distinguir patrones en sus episodios, siempre vinculados a una presencia ancestral que los internos llaman "Burga". A medida que profundiza en esta realidad alterna, descubre que la entidad se alimenta del trauma colectivo de los pacientes, manifestándose a través de sus peores recuerdos. Las enfermeras muestran sonrisas demasiado perfectas y los pasillos del sanatorio se extienden más allá de lo físicamente posible durante la noche. El personal médico, lejos de ayudarla, parece participar en un ritual destinado a mantener a Burga satisfecha, utilizando a los internos como ofrendas. El conflicto central se desarrolla cuando Elisa comprende que no está experimentando alucinaciones postraumáticas, sino que ha desarrollado la capacidad de percibir una dimensión paralela que coexiste con el hospital. Su lucha por mantener la cordura mientras navega entre dos realidades se intensifica al descubrir que Burga planea cruzar permanentemente al mundo físico. La sinopsis de esta historia de terror psicológico explora los límites de la percepción humana y cómo el miedo colectivo puede dar forma a realidades aterradoras que desafían todo diagnóstico convencional..