El último juego (2021)

En una lúgubre estancia de paredes acolchadas, seis desconocidos recuperan la conciencia rodeados de un macabro arsenal. Cuchillos, ballestas y armas de fuego decoran las paredes como perversos elementos decorativos, mientras una voz metálica resuena en la estancia anunciando las reglas de su mortal confinamiento. Cada participante descubre horrorizado que alguien querido —un hijo, una pareja, un progenitor— permanece secuestrado en otro lugar, y que la única forma de garantizar su supervivencia consiste en eliminar a los demás ocupantes de la sala. La tensión se materializa en sudores fríos y miradas de reojo mientras los seis individuos evalúan sus opciones. Entre ellos se encuentra una enfermera pediátrica cuyo hermano menor yace cautivo, un exmilitar con profundas cicatrices emocionales y una estudiante universitaria cuya novia desapareció semanas atrás. El espacio claustrofóbico se convierte en el escenario de un juego psicológico donde la desconfianza campa entre las sombras. A medida que avanzan las horas, las alianzas temporales se forjan y rompen con violencia contenida, mientras cada personaje libra su batalla interna entre la moralidad y el instinto de protección hacia sus seres queridos. El desarrollo de este siniestro juego de supervivencia obliga a los participantes a enfrentarse a sus límites éticos en circunstancias extremas. La ambientación opresiva intensifica cada decisión moral que deberán tomar bajo presión, transformando progresivamente a víctimas potenciales en verdugos reluctantes. En este drama de terror existencial, la verdadera amenaza podría no ser las armas que penden de las paredes, sino la oscuridad que anida en el corazón humano cuando la esperanza se desvanece..