Estar o no estar (2015)

En el corazón de Tlacotalpan, donde el río Papaloapan serpentea entre casas de colores, Augusto llega buscando refugio tras años de cuidar a su madre hasta su último aliento. La ciudad ribereña despierta en él sensaciones desconocidas, especialmente cuando sus ojos se encuentran con los de una joven ucraniana de melena dorada que espera pacientemente cada atardecer junto al muelle. Ella observa las aguas con una intensidad que Augusto no comprende inicialmente, hasta que descubre su secreto: aguarda el regreso de un amor lejano que cruzó el océano. Los días se transforman en semanas mientras comparten conversaciones junto a la corriente fluvial, donde Augusto descubre el significado de la espera amorosa a través de los ojos de esta extranjera. Justo cuando decide confesar sus sentimientos, el destino interviene con crudeza: el prometido regresa para reclamar a su amada, arrastrándola lejos de México y de Augusto en un abrir y cerrar de ojos. Años más tarde, la enfermedad consume su cuerpo y nubla su mente, difuminando los límites entre el recuerdo y la fantasía. En sus fiebres, visiones de una mujer llamada Nastenka se mezclan con pasajes de literatura rusa, creando un tapiz onírico donde el amor perdido y la realidad se entrelazan. Desde la perspectiva de su conciencia alterada, presenciamos cómo los fragmentos de su existencia se reorganizan, preguntándonos qué es memoria genuina y qué es el consuelo de una mente agonizante que transforma el dolor en ficción..