Gibby (2016)

En un rincón sombrío de la adolescencia, Katie atraviesa el desolado paisaje que siguió a la partida de su madre. La escuela se ha convertido en una obligación vacía, las amistades en recuerdos distantes y la gimnasia -antes su pasión fundamental- en un ejercicio de dolor. El mundo parece haberse detenido para ella, hasta que un verano inesperado trae consigo una responsabilidad peculiar: convertirse en cuidadora temporal de Gibby, el mono capuchino de su profesora de ciencias. La llegada de este primate de mirada penetrante y comportamiento impredecible revoluciona completamente la existencia de la joven. Gibby, con su naturaleza juguetona y despreocupada, comienza a arrastrar a Katie de regreso a la vida. Sus travesuras terminan involucrándola en situaciones que poco a poco reconectan sus lazos sociales, incluso despertando la posibilidad de un romance que nunca había considerado. En el ámbito deportivo, el mono demuestra tener un talento sorprendente para la gimnasia, imitando y mejorando sus movimientos de formas creativas que inspiran a Katie a redescubrir su amor por el deporte. Este renacimiento atlético atrae tanto admiración como envidia, especialmente de una rival obstinada cuya obsesión por superar a Katie alcanza nuevos niveles de intensidad. La transformación personal de Katie mediante el vínculo con un animal se convierte en el eje central de su evolución, demostrando cómo los lazos más inusuales pueden desbloquear la fortaleza interior necesaria para enfrentar tanto a adversarios externos como a los demonios personales, ofreciendo una perspectiva única sobre superar la adversidad a través de conexiones inesperadas..

Gibby