Invader (2024)

En una casa que respira secretos, Piper descubre que la desaparición de Ott es solo el comienzo de su pesadilla. Aunque nadie más puede verlo, él permanece a su lado como una presencia tangible, un espectro atrapado entre dos mundos que solo ella percibe. Su madre, una mujer con una sonrisa calculadora y palabras cuidadosamente elegidas, teje una red de engaños que se hace más densa con cada pregunta sin respuesta. La tensión se acumula en cada habitación, transformando el hogar familiar en una trampa claustrofóbica donde las sombras susurran verdades a medias. A medida que la realidad de Piper se fractura, los lazos maternales se convierten en cadenas. Su madre insiste en que Ott se ha ido para siempre, pero su presencia fantasmagórica desmiente cada una de esas afirmaciones, revelando lentamente las grietas en la narrativa cuidadosamente construida. Los susurros en la oscuridad llevan a Piper a descubrir que la desaparición de su amado está conectada con secretos familiares enterrados durante generaciones, secretos que su madre protegerá a cualquier costo. El suspense se intensifica cuando Piper comprende que la ventana muerta del ático—siempre sellada y evitada—mantiene la clave para liberar a Ott. Pero acceder a ella significa enfrentarse no solo a los horrores sobrenaturales que la acechan, sino a la verdad más aterradora de todas: la naturaleza de la mujer que llama madre. En un desenlace donde el terror psicológico y lo paranormal chocan, Piper deberá decidir si escapar por la ventana muerta vale el precio de confrontar lo que realmente habita al otro lado..