Medea (2017)

En la bulliciosa capital mexicana, María José cursa sus estudios universitarios mientras habita en el residencial hogar familiar. A sus veinticinco años, esta joven desafía convencionalismos sociales mediante una exploración sin límites de su sexualidad, desafiando sistemáticamente las fronteras establecidas tanto en sus relaciones como en su propio ser. Su existencia transcurre entre aulas académicas y encuentros íntimos, configurando un estilo de vida donde la transgresión se convierte en norma. El destino cruza su camino con Javier, un hombre cuya presencia despierta en ella sentimientos hasta entonces desconocidos, dando inicio a un vínculo amoroso que promete trascender sus experiencias previas. La relación con Javier marca un punto de inflexión en la psicología de María José, generando transformaciones conductuales que desconciertan a quienes la rodean. Su carácter audaz comienza a ceder ante manifestaciones de vulnerabilidad, mientras sus salidas nocturnas disminuyen progresivamente. Este proceso de cambio radical en el comportamiento de la protagonista constituye el núcleo dramático de la narrativa, evidenciando cómo el amor puede alterar patrones existenciales profundamente arraigados. El desarrollo de esta relación sentimental con imprevistos giros argumentales mantiene la tensión narrativa, explorando las complejidades del amor contemporáneo. Un giro inesperado surge cuando María José confronta un embarazo avanzado que ha mantenido en absoluta reserva. Esta condición secreta añade capas de complejidad a su relación con Javier y su dinámica familiar, creando una trama donde las consecuencias de una vida universitaria intensa colisionan con responsabilidades imprevistas. La historia profundiza en las contradicciones humanas a través de un embarazo no planificado en la juventud, tejiendo un drama sobre identidad, madurez forzada y las elecciones que definen destinos, donde cada personaje deberá enfrentar verdades incómodas mientras el secreto amenaza con revelarse..