Mejor que nunca (2019)

En el apacible hogar de jubilados "Villa Serena", un grupo de mujeres septuagenarias descubre que la rutina diaria ha extinguido su chispa vital. Entre sesiones de bingo y terapias físicas, Emerencia, la ex coreógrafa, desentierra su antiguo cuaderno de rutinas de porristas, despertando un anhelo dormido durante décadas. Lo que comienza como una conversación nostálgica se transforma en un desafío existencial cuando deciden formar el primer equipo de animadoras geriátricas de la residencia. La iniciativa encuentra resistencia inmediata. La directora del centro considera la actividad físicamente riesgosa, mientras que algunos familiares ven el proyecto como una ridiculez senil. Pero estas mujeres demuestran que la motivación en la tercera edad puede superar cualquier obstáculo cuando se proponen organizar espectáculos para adultos mayores. Transforman la sala de terapia en espacio de ensayos, adaptando piruetas juveniles a sus capacidades físicas, sustituyendo saltos acrobáticos por coreografías llenas de estilo y personalidad. Mientras tejen sus propios uniformes con brillantes destellos plateados, cada ensayo se convierte en una celebración de supervivencia y amistad. La noticia se expande por el barrio generando curiosidad sobre equipos de porristas para residentes de la tercera edad, atrayendo incluso a periodistas locales. Su preparación culmina en una presentación que trasciende el mero espectáculo, convirtiéndose en testimonio viviente de que los sueños no caducan. La energía contagiosa de estas mujeres prueba que nunca es tarde para vivir experiencias únicas en la vejez, desafiando cada preconcepción sobre lo que significa envejecer con dignidad y alegría..

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