Mirando a través del agua (2025)

En las tranquilas aguas de un lago remoto, dos hombres se embarcan en una travesía que trascenderá la simple pesca deportiva. Samuel, un padre cuya vida ha estado marcada por ausencias laborales y promesas incumplidas, concibe un plan desesperado para reconectar con su hijo adolescente. La elección recae sobre el Torneo Anual de Pesca del Lago Esmeralda, tres días donde la captura del pez más grande se convierte en excusa para algo más profundo. Diego, el hijo, llega al embarcadero con resentimiento y desconfianza, viendo esta aventura como otro intento fallido de su progenitor. Sin embargo, conforme las horas transcurren entre lanzamientos de caña y esperas silenciosas, el entorno natural comienza a operar su magia. Las tensiones iniciales dan paso a conversaciones titubeantes, confesiones que emergen como burbujas en la superficie del agua. Cada captura se transforma en metáfora de los sentimientos que ambos han mantenido sumergidos. El clímax ocurre durante la segunda noche, cuando una tormenta inesperada los obliga a refugiarse en una cabaña cercana. Atrapados por la furia de los elementos, padre e hijo finalmente se enfrentan a los malentendidos que los separaban. La competencia pierde importancia frente al descubrimiento mutuo de sus respectivas luchas internas. Lo que comenzó como una estrategia para sanar relaciones familiares a través del deporte se convierte en un viaje de reconciliación donde cada ancla echada simboliza el esfuerzo por estabilizar su frágil conexión. En este escenario lacustre, donde los reflejos en el agua muestran tanto lo visible como lo oculto, dos almas aprenden que algunos vínculos, como los peces más escurridizos, requieren paciencia y dedicación para ser atrapados..