Ni un minuto que perder (2019)

En el bullicio de la vida universitaria, Elisa parece anclada en el pasado, prefiriendo la seguridad de lo conocido a los riesgos del corazón. Su rutina se ve sacudida cuando una versión adulta de sí misma emerge del futuro, portando advertencias sobre oportunidades perdidas. Esta visitante inesperada revela que el tiempo se agota para cambiar un destino marcado por el arrepentimiento, especialmente en lo que respecta a Carlos, su compañero de aventuras cotidianas y confidente de años. La aparición de su yo futuro desencadena una serie de eventos que desafían todas las leyes de la realidad conocida. Mientras la Elisa del presente lucha por asimilar esta situación extraordinaria, descubre que su conexión con Carlos siempre ha estado teñida de sentimientos más profundos que la simple amistad. La presión del reloj invisible la impulsa a organizar un encuentro que podría redefinir su relación para siempre, aunque ello signifique exponer su vulnerabilidad. En medio de esta crisis temporal, la protagonista debe navegar entre las expectativas de su yo maduro y los latidos acelerados de su corazón presente. La comedia surge de los desencuentros generados por esta peculiar situación, mientras el drama se intensifica con cada revelación sobre el futuro que podría esperarla. El romance se entrelaza con elementos fantásticos, creando un escenario donde cada decisión adquiere una importancia cósmica, y donde la valentía emocional se convierte en el verdadero motor del cambio temporal. La narrativa explora cómo los lazos afectivos pueden trascender las barreras del tiempo, presentando una reflexión sobre el coraje necesario para transformar nuestro destino. A través de situaciones hilarantes y momentos conmovedores, la historia demuestra que a veces necesitamos una perspectiva externa, aunque provenga de nosotros mismos, para reconocer el amor que siempre ha estado presente. El viaje de Elisa se convierte en un testimonio sobre la importancia de atreverse antes de que sea demasiado tarde..

El Hubiera Sí Existe Ni un minuto que perder