Pacto de fuga (2020)

En los últimos días de la dictadura chilena, mientras el país se preparaba para su transición democrática, se gestaba en las entrañas de la cárcel pública de Santiago una de las operaciones de fuga más audaces del siglo XX. Un grupo de militantes del Frente Patriótico Manuel Rodríguez inició una empresa que parecía imposible: cavar un pasadizo subterráneo utilizando únicamente utensilios domésticos y herramientas mínimas. Durante año y medio de trabajo silencioso, estos revolucionarios fueron removiendo pacientemente la tierra, ocultando meticulosamente las evidencias de su excavación dentro de los mismos muros penitenciarios. La operación de escape de la cárcel pública se desarrolló bajo las narices de los guardias, quienes continuaban con sus rutinas de vigilancia sin sospechar la monumental obra que se construía bajo sus pies. Mientras tanto, los demás reclusos comunes permanecían ajenos al proyecto que avanzaba metro a metro hacia la libertad. El túnel, que finalmente alcanzó los ochenta metros de longitud, representaba no solo una vía de escape física, sino también un símbolo de resistencia en los albores de la reconstrucción democrática. En la oscuridad de la noche del 29 de enero de 1990, cuarenta y nueve presos políticos iniciaron su travesía hacia la libertad a través del angosto pasadizo. Este episodio histórico del FPMR en Chile demostró cómo la determinación humana puede superar incluso las condiciones más extremas de encierro. La exitosa evasión penitenciaria de Santiago se convertiría en referencia obligada al hablar de fugas emblemáticas en América Latina, recordándose como un testimonio del ingenio humano frente a la opresión..

Tunnel 49