Pixeles de familia (2019)

En el corazón de una ciudad contemporánea, la familia Morales enfrenta fracturas que amenazan con desintegrar sus lazos. El matrimonio de Polo y Mónica navega por aguas turbulentas, donde la comunicación se ha convertido en un eco lejano y la desconexión emocional erosiona los cimientos de su relación. Paralelamente, Bicho, el hermano de Mónica, carga sobre sus hombros con un secreto que podría alterar el equilibrio familiar, mientras cuida de su madre Carmela, cuya salud mental se desvanece progresivamente. La tensión acumulada encuentra un punto de quiebre cuando un accidente repentino obliga a todos a converger en un mismo espacio físico, creando una encrucijada donde las máscaras deberán caer. Este giro del destino plantea un dilema profundo sobre la reconciliación familiar en medio del caos. Las circunstancias forzadas revelan patrones de comunicación disfuncionales y resentimientos arraigados, mientras cada personaje lucha con sus demonios internos. La metáfora de los píxeles aislados cobra vida al mostrar cómo estos individuos, aunque físicamente cercanos, permanecen emocionalmente fragmentados. La narrativa explora si la proximidad física forzada por la tragedia puede generar una verdadera reconexión emocional, o si las heridas del pasado han creado brechas demasiado profundas para sanar. La historia profundiza en los desafíos de reconstruir relaciones familiares cuando la confianza se ha quebrado, presentando un retrato crudo sobre la fragilidad de los vínculos humanos. A través de este drama familiar contemporáneo, se cuestiona si las crisis pueden realmente unir a las personas o simplemente exponen las grietas que el tiempo ha amplificado. Cada personaje emprende un viaje introspectivo mientras enfrenta la posibilidad de que algunos daños emocionales podrían ser irreparables, dejando al descubierto la compleja naturaleza de perdonar y seguir adelante..