Sin instrucciones (2024)

En el corazón de las Islas Canarias, Leo disfruta de una existencia despreocupada entre playas de arena dorada y brisas marinas, donde sus mayores preocupaciones se limitan a elegir entre una caña de pescar y la compañía femenina del momento. Este universo de libertinaje costero se fractura cuando Julia, un rostro del pasado bilbaíno, deposita en sus brazos a una criatura de meses afirmando su paternidad antes de esfumarse entre las callejuelas adoquinadas. La búsqueda desesperada de la madre biológica lleva al ahora padre primerizo hasta el grisáceo paisaje urbano del norte, donde cada pista sobre el paradero de Julia se desvanece como la niebla matinal. Ocho ciclos de mareas transforman el caos inicial en una danza doméstica llena de inventivas soluciones paternales. Alba crece entre redes de pesca y cuentos de sirena, desarrollando una personalidad tan salvaje y libre como las olas que acarician su hogar. La complicidad entre padre e hija teje una red de cariño que sustituye con creces cualquier manual de crianza, hasta que el regreso inesperado de Julia amenaza este frágil ecosistema. La mujer que una vez huyó ahora regresa armada con documentos legales y exigencias de custodia, enfrentando a Leo contra un sistema que cuestiona su capacidad para ofrecer estabilidad. La lucha por la custodia de la niña se convierte en un duelo entre dos mundos antagónicos: la espontaneidad playera contra la rigidez urbana, el amor improvisado contra los derechos biológicos. Mientras los tribunales examinan cada aspecto de su vida, Leo deberá demostrar que las lecciones no escritas del mar y la libertad valen más que cualquier convención social, en un enfrentamiento que pondrá a prueba los límites del amor paternal y redefinirá el significado de la familia..