Solo una noche de juegos (2024)

En una velada que prometía ser la presentación oficial de Jan ante el círculo íntimo de Pia, la atmósfera de complicidad y risas se transforma en un campo de batalla emocional cuando Marco, su expareja, aparece sin previo aviso. Lo que comenzó como una noche de juegos de mesa entre amigos se convierte en un duelo de miradas cargadas y frases de doble sentido, donde cada movimiento en el tablero desentierra recuerdos incómodos y rivalidades latentes. Pia, atrapada entre la lealtad a su nueva relación y la historia que aún pesa en la habitación, intenta mantener la cordura mientras los juegos revelan facetas ocultas de todos los presentes. Bajo la fachada de competiciones triviales, las tensiones se agudizan con cada ronda, llevando a los participantes a cuestionar lealtades y deseo. Jan, inicialmente seguro de su lugar, descubre que las reglas no escritas de esta reunión son más complejas de lo que imaginaba, mientras Marco aprovecha cada oportunidad para recordar los lazos que alguna vez unieron a la grupo. Entre acertijos que esconden preguntas incómodas y apuestas que rozan lo personal, la velada deriva hacia un suspense cómico donde nadie sale ileso. La comedia surge de situaciones absurdas, como alianzas inesperadas para resolver enigmas o confesiones explosivas tras perder una partida, todo sazonado con un romance que se tambalea entre sonrisas forzadas y suspiros robados. Cuando la noche alcanza su punto crítico, los jugadores se dan cuenta de que están apostando algo más que puntos: sus corazones y dignidad están en juego. La línea entre la ficción lúdica y la realidad se desdibuja, dejando al descubierto secretos que podrían cambiar todas las reglas para siempre..